Viajó dieciséis horas desde Portugal para ayer poder jugar con su equipo ante Liga de Loja. Una avioneta privada lo trasladó al sur del país. Vuelo en primera clase y avioneta privada consiguió la directiva del Barcelona para el portero Máximo Banguera, quien viajó 16 horas desde Portugal para integrarse a su equipo y poder jugar anoche ante Liga de Loja.
Viajó dieciséis horas desde Portugal para ayer poder jugar con su equipo ante Liga de Loja. Una avioneta privada lo trasladó al sur del país.
Vuelo en primera clase y avioneta privada consiguió la directiva del Barcelona para el portero Máximo Banguera, quien viajó 16 horas desde Portugal para integrarse a su equipo y poder jugar anoche ante Liga de Loja.
A la una de la tarde, a paso rápido y sin ningún tipo de
equipaje, el futbolista llegó a la capital para embarcarse en un vuelo privado y viajar al sur del país.
Mientras caminaba a la sala VIP de una compañía aérea, Banguera expresaba: “Es la primera vez que hago esto, creo que la confianza del cuerpo técnico es importante y lo que hace el club. Eso me pone contento y con una responsabilidad grande en el equipo”, indicó el guardameta tricolor.
SE QUEDARON ALLÁ
El afán de viajar rápido al país y estar con su equipo hizo que Banguera deje todas sus cosas en Portugal a cargo del utilero de la selección nacional.
“Las cosas se quedaron allá porque si venía con equipaje me demoraba mucho en migración. Solo me vine con lo que estoy puesto, documentos y celulares. Los guantes y los pupos no me los pude traer, ahora cómo tapo”, dijo en medio de bromas el jugador canario.
“RUQUEÓ” TODO EL VIAJE
Banguera tuvo que realizar escala en Lima desde Portugal.
El portero de la Tricolor desde que subió al avión en tierras europeas pasó solo durmiendo.
“Me subí al avión y lo único que hice fue dormir y nada más. Me embarque a las ocho de la mañana y soporté las 14 horas de viaje hasta Lima y de ahí las dos más hasta el país. Vengo totalmente relajado, descansado y con ganas de poder ser titular. Esa ya es decisión del profesor Costas”, manifestó.
OTRO MUNDO
Algo sorprendido. Máximo bromeaba sobre lo que significó viajar en primera clase.
“Es otra cosa viajar en primera clase, te tratan como rey, siempre lo he hecho en grupo y segunda clase. La diferencia es que uno va más cómodo y relajado, pero me quedo con venir en grupo, compartiendo con los muchachos, jugar cuarenta. Esta vez no hice nada de eso”, finalizó el arquero del Ídolo.
Fuente: Diario Extra