El Ídolo del Astillero sintió jugar tanto tiempo en inferioridad numérica y perdió ante el colista El Nacional. El volante Matías Oyola salió lesionado y está en duda para el clásico del Astillero con Emelec, el miércoles. Los 15 mil aficionados soportaron un fuerte aguacero en el segundo tiempo. Los hinchas de Barcelona, quienes coparon la preferencia y la general nororiente del estadio Atahualpa, se fueron ayer molestos con Michael Arroyo, por su expulsión a los 34 minutos. El mediocampista vio la tarjeta amarilla por reclamar al árbitro Carlos Orbe y luego de tres minutos, fue expulsado por el mismo motivo.

El Ídolo del Astillero sintió jugar tanto tiempo en inferioridad numérica y perdió ante el colista El Nacional. El volante Matías Oyola salió lesionado y está en duda para el clásico del Astillero con Emelec, el miércoles. Los 15 mil aficionados soportaron un fuerte aguacero en el segundo tiempo.
Los hinchas de Barcelona, quienes coparon la preferencia y la general nororiente del estadio Atahualpa, se fueron ayer molestos con Michael Arroyo, por su expulsión a los 34 minutos. El mediocampista vio la tarjeta amarilla por reclamar al árbitro Carlos Orbe y luego de tres minutos, fue expulsado por el mismo motivo.
Gustavo Costas salió pensando en el Clásico del Astillero con Emelec, que se jugará el miércoles. El técnico argentino del equipo torero reservó a Damián Díaz y José Luis Perlaza, puntales en el medio campo y defensa. Díaz ingresó en la segunda etapa.
Ante la ausencia por suspensión de Ariel Nahuelpán, el delantero Gonzalo Castillejos tuvo la oportunidad de ser titular. El argentino, sin embargo, aportó muy poco. En la primera etapa solo apareció con un remate de media distancia, que salió por arriba del horizontal. Fue sustituido por Carlos Quinteros.
Juan Cazares, quien era el otro jugador en la ofensiva, estuvo bien con la gambeta y en la habilitación. Pero por su fragilidad evitó ir a chocar con los zagueros. El exintegrante del River Plate de Argentina no salió para la complementaria.
Barcelona se puso en ventaja, sin hacer mucho en ofensiva. Arroyo ejecutó un tiro libre, que fue rechazado a medias por el portero Adrián Bone y Cristian Penilla remató bajo, para enviar el balón al fondo del arco sur.
El grito de "un solo ídolo tiene el Ecuador, Barcelona campeón, Barcelona es el campeón...", retumbó con fuerza en el primer escenario deportivo de la capital. El Nacional reaccionó inmediatamente. El atacante Juan José Govea disparó bajo y el golero Máximo Banguera se estiró para desviar el balón.
Los criollos no tenían claridad en el medio sector. Su capitán, Marvin Pita, era muy lento en el traslado del balón y se equivocaba en el pase. El manabita se lamentaba llevándose la mano a la cabeza. Mientras que el técnico Carlos Sevilla le pedía tranquilizarse y acercarse más a Daniel Samaniego para buscar la pared.
Pronto dio resultado las indicaciones de Sevilla: Pita cedió el pase a Samaniego, quien remató a media altura, la pelota fue desviada por el defensa Anderson Ordóñez y desubicó al meta Banguera. Con la expulsión de Arroyo, el equipo guayaquileño se quedó sin conexión entre el medio campo y la delantera.
Costas trató de recomponer las cosas con el ingreso de Damián Díaz en el segundo tiempo. Pero la lluvia perjudicó al juego hábil y preciso del argentino. Además, fue maltratado por los defensas. Barcelona se replegó. El Nacional tenía el campo y la pelota, pero carecía de ideas para desequilibrar.
Solo de un error del rival podía nacer el gol salvador para la escuadra militar. Así sucedió. Los zagueros y el portero canarios se quedaron sembrados en el octavo tiro de esquina y desde atrás llegó Anangonó para anotar. Al final, los jugadores y los seguidores de El Nacional festejaron eufóricamente la victoria. No era para menos: ganaban después de cuatro partidos y salían del fondo.
Diario Expreso
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