Aunque Barcelona insistió en romper el candado de El Nacional, apenas pudo hacerlo por la mínima diferencia y con un tiro penal, para ganar 1-0 ayer en el estadio Monumental. Incluso la frustración, que hasta el minuto 68, aguantaban los canarios por no poder marcar, hizo explotar al atacante argentino Ariel Nahuelpán cuando definió su ejecución y se despojó de su camiseta para festejar el tanto; la acción fue amonestada por el árbitro Daniel Salazar con una amarilla, la quinta del ariete que le impedirá actuar este fin de semana nuevamente ante El Nacional, en Quito.
Aunque Barcelona insistió en romper el candado de El Nacional, apenas pudo hacerlo por la mínima diferencia y con un tiro penal, para ganar 1-0 ayer en el estadio Monumental.
Incluso la frustración, que hasta el minuto 68, aguantaban los canarios por no poder marcar, hizo explotar al atacante argentino Ariel
Nahuelpán cuando definió su ejecución y se despojó de su camiseta para festejar el tanto; la acción fue amonestada por el árbitro Daniel Salazar con una amarilla, la quinta del ariete que le impedirá actuar este fin de semana nuevamente ante El Nacional, en Quito.Incluso la frustración, que hasta el minuto 68, aguantaban los canarios por no poder marcar, hizo explotar al atacante argentino Ariel
La acción del penal había sido generada por el propio Nahuelpán, quien provocó un forcejeo con Elvis Bone, y Salazar lo consideró como una falta. Por eso Nahuelpán celebró eufórico el tanto que desequilibró un duelo que los militares se empeñaron en mantener en 0-0.
Aunque, luego de la anotación canaria, los dirigidos por Carlos Sevilla buscaron reaccionar con un contragolpe y estuvieron muy cerca de amenazar la ventaja que habían logrado los locales en el tanteador. Diez minutos después del penal de Nahuelpán, los ingresos de Juan Govea y Daniel Samaniego en El Nacional surtieron efecto.
Govea generó un contraataque y obligó al mediocampista Matías Oyola a derribarlo en el área, lo que el juez central decretó como penal. Al cobro fue Samaniego, pero el golero torero Máximo Banguera se erigió como la figura de la tarde, y con su táctica de distracción, desconcentró al jugador militar y lo hizo rematar con dubitación, un tiro que Banguera pudo contener para evitar el empate de la visita.
De allí en adelante, Barcelona no descuidó más su área, ni el gol que tanto la había costado, pese a que durante el primer tiempo había creado una serie de ataques claros, entre ellos dos impactos en el marco de la portería, ejecutados por José Ayoví. Precisamente el jugador más destacado de Barcelona en la primera parte fue Ayoví, quien trabajó por la banda derecha con el acompañamiento de Pedro Pablo Velasco.
El accionar por esa banda de ambos jugadores gustó mucho al entrenador Gustavo Costas, así lo reveló al final del partido, en la conferencia de prensa. A pesar de la victoria, Barcelona sigue séptimo en la primera etapa del torneo, con 14 unidades.
Fuente: El Universo
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