Por cuarta vez en el torneo nacional, Gustavo Quinteros y Gustavo Costas se enfrentaron en un Clásico del Astillero. El año anterior, el técnico de Barcelona fue superior al de Emelec en los tres enfrentamientos que disputaron sus dirigidos, pues el 13 de junio del 2012 el ídolo venció 1-0 en la caldera, el 12 de agosto del mismo año los amarillos volvieron a ganar de visita (2-1), y en el Monumental, el 4 de noviembre, los toreros golearon 5-0 a su eterno rival. Ayer el narizón Costas volvió a sumar ante su tocayo, pues le arranchó un punto en el duelo diferido de la fecha 6.

Por cuarta vez en el torneo nacional, Gustavo Quinteros y Gustavo Costas se enfrentaron en un Clásico del Astillero.
El año anterior, el técnico de Barcelona fue superior al de Emelec en los tres enfrentamientos que disputaron sus dirigidos, pues el 13 de junio del 2012 el ídolo
venció 1-0 en la caldera, el 12 de agosto del mismo año los amarillos volvieron a ganar de visita (2-1), y en el Monumental, el 4 de noviembre, los toreros golearon 5-0 a su eterno rival. Ayer el narizón Costas volvió a sumar ante su tocayo, pues le arranchó un punto en el duelo diferido de la fecha 6.El año anterior, el técnico de Barcelona fue superior al de Emelec en los tres enfrentamientos que disputaron sus dirigidos, pues el 13 de junio del 2012 el ídolo
Para este compromiso Gustavo Quinteros salió nuevamente con muletas debido a que aún se recupera de una operación en su rodilla derecha (meniscos). El estratega de Emelec, quien vistió un atuendo completamente plomo con vivos azules, dio las indicaciones desde la banca millonaria, pues su actual condición física no le permitió moverse como en otros partidos.
Gustavo Costas, durante los 90 minutos, estuvo muy activo. El ex técnico de Alianza Lima, de Perú, vivió intensamente el Clásico número 198 que se registra entre estos dos elencos en el torneo nacional. Cada ataque eléctrico era festejado por la banca local, mientras que en la tienda canaria Costas sufría al igual que lo hacían los hinchas amarillos que estaban en la tribuna San Martín.
Constantemente el estratega visitante le llamaba la atención a sus dirigidos para que redoblaran la marca sobre Marcos Caicedo y Marcos Mondaini, quienes fueron los hombres más peligrosos que tuvieron los dueños de casa. Por el lado de Emelec, Quinteros solo se limitaba a observar el desarrollo del cotejo y cuando tenía que hacer alguna observación, delegaba la labor al asistente técnico Marcelo Solís.
Ya en los últimos minutos del partido el timonel azul empezó a impacientarse, pues la propuesta ofensiva no le estaba dando resultado y Costas nuevamente se le llevaba un punto de la caldera. Al final, el duelo terminó igualado sin goles y el técnico de Barcelona, cuando escuchó el silbato, levantó los brazos en señal de victoria, mientras que el de Emelec agarró sus muletas y se fue directo al camerino.
PP El Verdadero
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