Jefferson Montero tomó dos micrófonos del karaoke y salió al balcón de la Casa de la Selección. Cantó reguetón para quienes estaban en el pasillo inferior. Fue cantante por un momento. Incluso, mandó besos y saludos a sus "fans". Jorge Guagua y Óscar Bagüí reían por sus ocurrencias. Fue uno de los momentos más cómicos que se vivieron, ayer, en la concentración de Ecuador.
Jefferson Montero tomó dos micrófonos del karaoke y salió al balcón de la Casa de la Selección. Cantó reguetón para quienes estaban en el pasillo inferior. Fue cantante por un momento. Incluso, mandó besos y saludos a sus "fans". Jorge Guagua y Óscar Bagüí reían por sus ocurrencias. Fue uno de los momentos más cómicos que se vivieron, ayer, en la concentración de Ecuador.
Minutos antes, en la fotografía tradicional de la tricolor, Edison Méndez bromeó con Gabriel Corozo. Dijo algo, en voz baja, que arrancó carcajadas de sus demás compañeros. Corozo no respondió. Solo sonrió. Luego, lo abrazó y posaron para una fotografía.
El arquero Alexander Domínguez, atendió a todos los que le pidieron una foto. Se prestó también para enviar saludos y conversar sobre modelos de zapatos de fútbol.
El estado de ánimo de los futbolistas era una de las principales preocupaciones del director técnico, Reinaldo Rueda, luego de los últimos resbalones en los compromisos por eliminatorias y de la pérdida de Christian Benítez.
En la concentración anterior, para los partidos contra Colombia y Bolivia, la delegación concluyó el proceso de "lavado psicológico". En esta, en cambio, el objetivo fue motivar a los jugadores para que recuperen la confianza.
Se apostó por varias estrategias. Una de ellas fue una charla con el psicólogo, Orlando Caicedo.
Otra fue la visita de personajes especiales. El lunes, por ejemplo, el cantante Juan Fernando Velasco estuvo en la Casa de la Selección para interpretar algunos de sus éxitos. El martes en la tarde, fue el turno de Jaime Iván Kaviedes. Él conversó con los jugadores.
Pero, para los seleccionados la visita más especial es la de sus familiares. Existe apertura para que ellos asistan hasta el día del partido. Hay una condición: que no interrumpan el trabajo futbolístico o el descanso nocturno.
Los juegos de mesa, también, son parte del proceso. La noche del martes los seleccionados participaron de un bingo. Los premios eran zapatos para niños, celulares y recuerdos de la tricolor.
Juan Carlos Paredes fue el más afortunado. Máximo Banguera, bromeando, dijo que se ganó un viaje a Miami. Luego aceptó que él no tuvo suerte. Lo mismo sucedió con Renato Ibarra: "Nada, ni un regalito atiné", dijo el volante derecho que juega para el Vitesse de Holanda, antes de reír.
Para el cuerpo técnico de la selección hay un punto extra que debe abordarse para consolidar el proceso de motivación: el apoyo externo.
En las fechas pasadas, Reinaldo Rueda empezó a sentir pesimismo en la hinchada. Los resultados no llegaron y la sensación de incredulidad aumentó. Por ello, ayer junto a Cristhian Noboa y Antonio Valencia, envió un mensaje a los seguidores de la selección.
"Cuando llegué a Honduras siempre puse como ejemplo a Ecuador. En 2001, vi un pueblo unido en busca de un objetivo. La invitación ahora es que debemos estar más unidos que nunca", dijo Rueda.
Noboa, en cambio, aconsejó a los hinchas que se olviden de las críticas y se dediquen a alentar desde el primero hasta el último minuto. "Vamos a correr hasta la última pelota para darles esa alegría. Tienen nuestra palabra", sentenció.
El capitán, Antonio Valencia, se sumó al pedido de apoyo. Para él, un "sí se puede" que no se apague nunca les motivará más que cualquier cosa durante el compromiso eliminatorio.
Fuente: Diario Expreso
