La clasificación de la selección ecuatoriana de fútbol puede ser calificada como un proceso exitoso, si nos basamos estrictamente en el resultado logrado. El objetivo cuando se inició este proceso era lograr la clasificación. Al margen de que se hubiera logrado en forma directa, como sucedió, o en el repechaje, lo que se buscaba era inscribir el nombre de Ecuador en la próxima cita mundial de fútbol, la tercera de su historia.
La clasificación de la selección ecuatoriana de fútbol puede ser calificada como un proceso exitoso, si nos basamos estrictamente en el resultado logrado.
El objetivo cuando se inició este proceso era lograr la clasificación. Al margen de que se hubiera logrado en forma directa, como sucedió, o en el repechaje, lo que se buscaba era inscribir el nombre de Ecuador en la próxima cita mundial de fútbol, la tercera de su historia.
Este camino estuvo plagado de obstáculos, algunos puestos desde el mismo interior de la Tri, y otros, por elementos que se esmeraban porque no llegue Ecuador. Algunos tenían listos sus argumentos para cuestionar la participación de la Tri. Esperaban y anhelaban que no clasifique. Se quedaron con sus argumentos listos... aunque no faltará quien igual ponga reparos por haber quedado cuartos o por haber perdido el último partido.
Durante el proceso cuestionamos los errores que se cometían al establecer las convocatorias, y por el escaso espacio que se daba a jugadores que pasaban un buen momento y que no eran considerados por el técnico.
El técnico Reinaldo Rueda cumplió con el trabajo que se le encomendó: clasificar. Ahora deberá prepararse mejor para que en el Mundial, Ecuador logre una buena actuación y superar lo que hizo en Alemania. Superó las críticas y posturas adversas que recibió desde que llegó. Se manejó con altura y ecuanimidad. No cerró las puertas a nadie, ni se enfrascó en disputas con ciertos sectores. A Rueda, hay que reconocerle que cuando más se lo criticó, más madurez demostró, aunque igual se sostuvo con posiciones incomprensibles sobre ciertos jugadores, que se espera rectifique.
Ecuador clasificó al Mundial y había que celebrar, pero sin olvidar que es tiempo de evaluar lo hecho y buscar correctivos. Hay mucho por corregir, hay que trabajar en defensa en variantes ofensivas y en buscar los rivales adecuados que ayuden a que Ecuador vea errores y los corrija, no rivales que solo sirvan para distracción del aficionado. El objetivo se logró, se clasificó al Mundial, pero ya es tiempo de volver a trabajar y pensar cómo llevar a la selección en la mejor forma posible para que encare su tercer Mundial.
Fuente: Expreso