El DT de Uruguay recurrió a la fórmula con la que ganó en 2009, en el primer táctico de cara al viernes con Ecuador. Si hay algo a lo que el técnico Óscar Washington Tabárez se aferró desde que inició su segundo ciclo en la selección en marzo de 2006, fue que todo lo que funcionó lo repite. Podrá cambiar algún nombre, incluso algún detalle, pero mantiene la fórmula. En la preparación, en la estrategia, en la forma.
El DT de Uruguay recurrió a la fórmula con la que ganó en 2009, en el primer táctico de cara al viernes con Ecuador.
Si hay algo a lo que el técnico Óscar Washington Tabárez se aferró desde que inició su segundo ciclo en la selección en marzo de 2006, fue que todo lo que funcionó lo repite. Podrá cambiar algún nombre, incluso algún detalle, pero mantiene la fórmula. En la preparación, en la estrategia, en la forma. Y en eso anda de cara al partido que Uruguay jugará el viernes ante Ecuador en la altura de Quito, por la penúltima fecha de las Eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014. En el primer trabajo táctico, en el que paró la posible oncena, el entrenador alineó una formación con línea de tres, lo que en la altura se traduce en una de cinco, porque los carrileros se recuestan sobre la defensa como laterales.
Hace cuatro años, el 10 de octubre de 2009, Tabárez enfrentó el casi imposible desafío de ganar en los 2.650 metros de Quito –porque hasta ese momento Uruguay nunca había ganado en un clasificatorio mundialista– con un 3-5-1-1 (ver cancha), que se transformó en el campo de juego en un 5-3-1-1. El solitario delantero era Luis Suárez, y el nexo entre los que tenían una clara vocación defensiva y el ahora jugador de Liverpool, Diego Forlán.
Ayer, en el primer entrenamiento con la formación titular en el Complejo de la Asociación Uruguaya de Fútbol, el técnico paró a cinco hombres en el fondo (los tres zagueros y dos laterales), tres volantes, uno de ellos con menos responsabilidad de marca, como Cristian Rodríguez, y dos delanteros. Los 11 fueron: Muslera; Giménez, Lugano, Fucile/Godín; Maxi Pereira, Egidio Arévalo Ríos, Gargano, Cristian Rodríguez, Alejandro Silva; Cavani y Suárez.
En la formación no participó Diego Godín, que no bajó a la cancha por una molestia muscular. En su lugar jugó Jorge Fucile. De cara al partido que el viernes comenzará a la hora 19 de Uruguay, como stopper por izquierda debería actuar el defensa de Atlético de Madrid, al menos lo cuidan para eso.
Con esa estrategia, el técnico se asegura que la selección no pasará sobresaltos en la defensa, minimizará los riesgos que supone jugar en la altura, en la que el local sabe aprovechar los últimos minutos de los dos tiempos para establecer la diferencia y controlará a un equipo como el ecuatoriano que sabe dañar por las bandas.
Tabárez explicó en la conferencia de prensa que dio el lunes, que Ecuador jugó los últimos partidos en Quito con un 4-4-2 y que en su formación la tricolor tiene a dos volantes que van por afuera con mucha llegada (Antonio Valencia y Jefferson Montero), y que es uno de los aspectos que Uruguay deberá neutralizar para no correr riesgos.
El que queda fuera de la oncena –aunque el DT lo presentó como primera variante– es Forlán, que llega al partido del viernes con solamente 72 minutos disputados desde el pasado 7 de setiembre, cuando se lesionó en el inicio del partido ante Perú en Lima, por Eliminatorias.
Los cambios
Durante el entrenamiento de ayer Tabárez realizó algunas modificaciones: Forlán ingresó por Cristian Rodríguez, luego éste por Cavani y Cavani por Suárez.
El trabajo de ayer se dividió en dos tiempos. En el segundo movimiento, en la oncena arrancó con el mismo equipo, excepto Forlán, que ingresó por Maxi Pereira. En ese caso, Uruguay alineó con cuatro defensas, tres volantes y en ataque el trío Suárez, Cavani y Forlán.
Este último trabajo se asemejó más a la forma en la que Uruguay puede cerrar el partido, si fuera necesario salir a buscar el triunfo, que para empezarlo.
El técnico volverá a trabajar esta mañana, antes del viaje, en el último movimiento táctico.
Información de El Observador