Con efectividad en la definición, Barcelona consiguió ayer un contundente 1-4 ante El Nacional, que pese a manejar y controlar el balón en la mayor parte del partido no pudo concretar en la portería torera.
Con efectividad en la definición, Barcelona consiguió ayer un contundente 1-4 ante El Nacional, que pese a manejar y controlar el balón en la mayor parte del partido no pudo concretar en la portería torera.
La potencia goleadora de Ismael Blanco marcó la diferencia en el juego. Los criollos dominaron las acciones del partido, apostaron a la velocidad de sus volantes externos, pero carecieron de un referente en el área torera para culminar las jugadas, mientras que Barcelona tuvo al ariete argentino, que en el primer error de la zaga local anotó el gol de apertura.
Al minuto 37, un rechazo largo de la zaga de Barcelona cayó frente al área local y ante el error compartido de los zagueros criollos, Blanco tomó el esférico y definió a la salida de Adrián Bone para el 1-0.
Con el gol, los criollos bajaron la intensidad de su juego y fueron los toreros los que ganaron en motivación y pasaron a controlar el medio campo, aunque no pudieron hacer efectivo el dominio en el marcador.
Para el complemento, El Nacional salió a descontar. Se repitió la dinámica del primer tiempo, con el equipo en busca del tanto, pero en un contragolpe de Barcelona, la defensa criolla quedó descompensada, Blanco aprovechó para conducir el balón, sobrepasar la zaga rival, rematar desde fuera del área y anotar el 2-0 a los 51m.
Las variantes en la escuadra local potenciaron el bloque ofensivo y El Nacional llegó a descontar con un remate dentro del área de Tito Valencia al minuto 70, pero el alegrón fue efímero, porque Barcelona reaccionó de inmediato y volvió a ampliar la ventaja.
Ely Esterilla fue el encargado de ejecutar un tiro libre al minuto 73. El cobro salió cruzado y el golero Bone se quedó sin reacción para el 3-1 torero.
Con la ventaja, Barcelona pasó a controlar el balón, mientras los criollos se desesperaron por acortar la ventaja.
Los dirigidos de Octavio Zambrano se lanzaron a la ofensiva, Tito Valencia fue su mejor exponente con dinámica y buen toque, pero careció de un acompañante en el área.
Barcelona se defendió con orden y controló los movimientos criollos, que en su afán de marcar una vez más sufrieron el contragolpe de los toreros.
Con toques sucesivos Barcelona gestó el cuarto gol desde su campo y llegó al área local. Matías Oyola recibió un pase proyectado al área, controló el balón y jugó en lateral para Blanco, quien tras eludir al golero Bone empujó el esférico a la red para sellar la goleada canaria y registrar su primer hat trick en el balompié nacional.
El triunfo dejó con 25 puntos a Barcelona, que extendió a siete la diferencia con su escolta, ahora Independiente del Valle, que llegó a 18 unidades.
Fuente: El Universo
